dimarts, 17 de març del 2020


I de repente esa realidad que hasta ahora habías ignorado te muestra todo aquello que no habías querido ver, y que era tan evidente, que te hace sentir mal por haber podido pensar que podías ser una pieza en ese jodido puzzle, que encaja perfectamente sin ti. Y te quedas ahí de pie admirándolo sin saber dónde ubicarte, buscando un rincón donde acoplarte pero siempre siempre te ves fuera de lugar. Coges las cosas, y sigilosamente emprendes el camino, como aquel que no quiere molestar, esperando que te echen de menos, que salgan a buscarte, que te digan que si, que eras importante, que te lo creas ya joder, pero no, al echar la vista atrás, no hay nadie, y esos pasos se convierten en obligados, con la tristeza que da, como cuando toca irse de ese sitio que te hacía temblar...

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada