dimecres, 19 de febrer del 2020


Soy de esas personas que me siento bien sola, de esas que en los parques ven la multitud hablando y sigilosamente se van hacia el otro lado, que se sientan solas en un banco, a escribir esos sentimientos que el día nos acumula, esas sensaciones que nos dan vida, y que también a veces, nos hacen rabiar. No me asusta la soledad, cuando se está bien con uno mismo, no se necesita a nadie, y eso es lo que te da valor para decidir con quieres o no estar, y decidir lo que quieres soportar, que nadie invada tu espacio vital, que cuando sabes lo bien que se está cuando nadie lo hace, cada vez lo tienes más ancho e inaccesible, y estás dispuesta a soportar menos tonterías. Dicen que saber escucharse a una misma es la clave para vivir bien, porque cuando nadie te dice lo que puedes o tienes que sentir, es cuando todo fluye de forma natural, tal como tienen que ser las cosas, fáciles, sin complicaciones que te quiten el sueño, ni siquiera el tiempo, demasiado valioso, para la poca importancia que le solemos dar, sin darnos cuenta muchas veces que nuestro tiempo es limitado, y que los momentos que consumimos, los hayamos aprovechado o no, no vuelven nunca. Vamos a vivir aprovechando al máximo nuestro tiempo sin joder a nadie, vamos a disfrutar, de este regalo, porque la vida nos da una sola oportunidad, y por mucho que imploremos lo que se va no vuelve, no os queréis llorando a nada, la mirada al frente, porque si la vida os pilla despistadas no vais a ver las maravillas que guarda.

Y se va, de la noche a la mañana te deja ahí, como quien deja un trasto viejo al lado del contenedor, en una mano la incredulidad, en la otra, la decepción. Y le das vueltas a todo, pero ya da igual, porque al irse nunca se giró para mirar-te, y solo tienes dos opciones, quedarte ahí llorando, o empezar a andar. Tienes que soltar esa losa que te pesa tanto para poder dar el primer paso, esa culpa, que te echas aunque no comprendas ni porque lo haces, suéltala, y mira hacia delante, realmente nada te ata ahí, vete de una vez, tú eres el único motivo por el que vivir, vale la pena. Vamos a romper cadenas y rutinas, y vamos a ser más fuertes que nunca, vamos a mirarnos a los ojos, y vamos a ver ese fuego que nos arde dentro a la gente que tenemos un mundo en llamas, pero que a la vez, nos da la calidez suficiente para no pasar frío nunca, que ya me abrigo yo, que tú indiferencia, a mi, me sobra.

dilluns, 17 de febrer del 2020


I me n’adono que hi ha ànimes trencades que passegen entre nosaltres, que les mirem, que inclús interactuem i no ens adonem del infern que els crema a dins, dibuixat un somriure en el rostre, ningú es para a mirar mes enllà, perquè mai, ningú mira ja als ulls, i hem perdut la capacitat de saber quan brillen o estan apagats. Parleu amb la gent que teniu al voltant? Els pregunteu que tal estan? No parlo de les converses banals, del temps, ni del ara, parlo dels sentiments, de les pors, de les inseguretats, de la tristesa, del que els fa somriure, amb que els agrada que els sorprenguin, amb quina música aixequen l’ànim, o de quins colors veuen el mar, en un dia de primavera. Caminem, aliens a tot, només ens centrem en nosaltres mateixes, parlem però no escoltem, ens mirem però no ens veiem, volem tocar-nos i ens molestem, on estan aquelles abraçades, que donen energia quan te la fan, perquè posem un mur al davant impenetrable i no compartim la vida? Si al cap i a la fi, compartir és viure, naturalment que no necessitem ningú per ser feliços, però si els tenim, podem ser-ho molt mes, perquè ens fa riure aquella ocurrència, o perquè tenim aquella conversa tan maca que ens aporta punts de vista que no haviem vist, podem compartir aquella ampolla i riure amb les bromes de sempre, estirar-nos  sota l’arbre, mentre veiem caure la nit, caminem a vegades per la vida com a espectres, sense adonar-nos del que passa al nostre voltant, i després ens preguntem perquè som una societat cada vegada mes individualista, doncs perquè cada vegada passem mes temps sols, creient que les nostres coses no importen a ningú, i així ens va, que quan ens adonem, ens hem allunyat tant de la platja, que estem naufrangant en mar obert...